Es una tarea muy dificil, pero lo intentaré al menos, y con que os hagais una idea de lo genial (aunque no hay adjetivo que le haga justicia) que fué el concierto me sentiré satisfecho.
Se que va a quedar un post de "fan histérico", pero es que con Miyavi no lo puedo evitar. He decidido explicar primero lo que recuerdo del concierto, porque es lo que quiero que quede en mi memoria todo el tiempo posible, y relatarlo seguro que me ayuda a ello.
Ah, el nombre del post viene, como no, del último single de Miyavi, que también tocó en el concierto, que me encanta, y que además expresa bastante bien lo que opino de él, pero empecemos desde el principio, que os estaré rayando demasiado.
EL CONCIERTO
Esta vez, y al contrario que otras veces, no me dió tiempo a ponerme nervioso en la cola, esperando a que nos dejaran pasar, ya que llegamos un par de horas o menos antes de que abrieran las puertas. Ya dentro, recuerdo otear por encima de algunas cabezas para ver el merchandising y quedarme pasmado de como habían inflado los precios. Esta vez no pude(por desgracia) hacerme con la camiseta del concierto porque no tenía dinero de más para gastarme, pero al siguiente pienso hacerme con una camiseta al menos, eso lo tengo muy claro.
Tras las compras y dejar los trastos en el guardarropa nos fuimos acercando al escenario, hasta donde nos dejaron, claro, y allí que nos quedamos pasando frio, bajo los chorros del aire acondicionado. Tengo que decir, como ya e dicho en otros blogs, que esta vez no podía de nerviosismo y de ganas de que empezara, que cada tonteria que pasaba en el escenario me hacía girarme y ver si había pasado algo o si empezaba.

No recuerdo exactamente los momentos en los que paró a hablarnos sobre las múltiples cosas que han cambiado en su vida, solo se que me encantó oirle sincerarse sobre estas cosas, y contarnos en persona lo que ya sabiamos y que quería que oyeramos de su propia voz. Estuvo simpático, elocuente, gracioso, cercano...como es él, vaya. Puede que cara al público de una imagen de "divo" y de superestrella, pero en el fondo se preocupa mucho(demasiado) de las cosas y lo demostró una vez más. Se dieron momentos de incertidumbre en los que no habíamos entendido bien lo que nos quería decir, pero en mi caso entendí(o creí entender)casi todo. Hubo momentos graciosos, como cuando preguntó que si se iba, para que obviamente le dijeramos que no, y una chica solto "!YEEES!" y él, ni corto ni perezoso, y con una sonrisa de oreja a oreja dijo "¿Ah, si, me voy?" en, inglés, claro, a lo que todos respondimos con un rotundo "!NO!" y desgañitandonos siguiendo la genial broma ^__^.
Tras el pequeño parón de mitad teníamos otra hora por delante, y no creais que el ritmo bajó en lo más mínimo. En esta segunda parte noté más aún, si cabe, el calor del público que le rodeaba, y es que la gente cantaba(chillaba) sus canciones, sus estribillos y su música, y seguro que eso le hizo alegrarse y pasarselo mejor aún de lo que seguro se lo pasó. Como curiosidad, en un momento determinado el publicó empezó a decir "Señor, señora, señorita" a pleno pulmón, uno de los títulos de sus canciones, y el, ni corto ni perezoso, y con la ayuda únicamente del batería, la tocó, para gozo y regocijo de los que estabamos allí. No hace falta decir que esta canción no la tenían preparada, pero eso no fué obstáculo para Miyavi, que la interpretó de manera magistral, como siempre. Creo que no necesito decir que este pequeño episodio subió más aún(si es posible)mi admiración por este hombre.
Y tras el concierto...
